El cantar del Cid
Cantar
del Mio Cid
El
destierro:
El Cid al ver que las
puertas de las casas se cerraban, lloro en silencio y emprendió el viaje de
Vivar para Burgos, donde llego hacia su posada en donde no le querían ofrecer
techo, muy molesto toco fuertemente hasta que una niña de nueve años salió y le
dijo-¡Campeador a buena hora ceñiste espada!. El rey os ha prohibido que los
alojemos, amenazando a matarnos y quitarnos nuestros bienes. El Mio Cid Ruy
Díaz al ceder volvió a emprender viaje para Sata María donde rezo con gran
fervor. Al levantarse se dirigió al rio Arlanzón donde descanso él y sus
sesenta caballeros, con ayuda de Martin Antolínez, el burgalés de pro, quien
les abastece de víveres.
Dos
arcas llenas de arena:
El Campeador al ver que no
tenía ni un marco mando a Martin Antolínez a que mandara a llenar dos arcas con
arena, las cuales empeñaría a Raquel y
Vidas por un costo de 600 marcos, pero este al hacer tan buen negocio tuvo como
premio 30 marcos.
Despedida:
El Mio Cid regresa a burgos
cabalgando lo más rápido posible a San Pedro el Campeador donde se encontraba
Doña Jimena su mujer y Sacho el abad, quienes después de que llamara a la
puerta, recibirían con gran fervor. Después de una gran despedida el Cid se va,
pero oh sorpresa en toda Castilla se anuncia la ida del Campeador, a quien
acuden después de saber tal noticia, oh gracia en la mesnada del Cid se han
congregado más de 115 caballeros, con quienes se va después de una ardua misa.
La
toma de Castejón:
El
Cid tras cabalgar ardidamente llega a Castejón y lo embosca, pero o sorpresa al
llegar a las puertas sus hombres tienen miedo y lo dejan a su suerte, El Cid
con la espada en la mano mata a 15 moros que se le enfrentan. Gana Castejón y
todo su oro y plata el cual reparte
entre sus 300 hombres y sus peones. Después de meditarlo el Cid decide irse de
Castejón porque no quiere enfrentarse con su señor el rey Alfonso quien lo buscara.
La
conquista de Alcocer
El Cid después de planear
fingir que huye de los moros, tiene atrás a todos ellos, quienes juran que le
mataran, pero el Cid con gran decisión le dice a sus hombres matadlos sin
piedad, pues todo era un trampa. Después los reyes de la zona (los de Fariz y
Galve) envían a más de tres mil moros pues tienen miedo.
La
batalla contra Fáriz y Galve
Después de la propuesta de
Minaya al Cid no le queda duda alguna debe salir a combatir con los moros, el
Cid sale y combate con gran decisión y optimismo, al inicio los moros se notan
confiados pero los cristianos con gran fervor combaten hasta matar a su cabeza,
ahora los moros están heridos y los cristianos que al principio eran pocos
ahora eran muchos, que alegría el Cid ha ganado con solo 15 bajas, ahora todos
están enriquecidos y felices.
La
primera embajada al rey:
Que contentos están los que
le sirven al Cid ninguno es pobre todos están enriquecidos, pero que dicha los
moros deciden dar paz y comprar Alcocer por tres mil marcos, que dicha del que
a buena hora nació y de sus caballeros que ahora están más enriquecidos que nunca, el Cid al ver tal cosa decide
mandarle treinta caballos al rey Alfonso, quien al oír tal noticia de victoria
decide darle más libertades al Cid pero todavía no puede volver.
El
conde de Barcelona:
El conde de Barcelona se
encela quiere tomar prisionero el Cid, prepara sus tropas y se lanza a la
batalla, pero como era de esperarse el que nació a buena hora gana la batalla y
aprisiona al Conde Ramón, a quien no deja salir hasta que este coma, pero como
este es terco obedeció al tercer día, que alegría la mesnada del Cid ahora es
muy rica.
Cantar segundo:
Las
conquistas del Cid: El
Cid empezó a luchar en territorios cercanos al mar salado, se fue hacia
oriente. Mio Cid gano Jérica, Onda, Almanear, tierras de Burriana, hasta
infundir un gran miedo en Valencia, donde, tomaron decisiones drásticas y los
cercaron el Cid sin miedo sale a la batalla y tras una pelea efímera gana y se
enriquece más. Después de Tres años el Cid sin descansar se apodera de todas la
villas de los moros, Valencia tiene miedo y el Cid lo sabe.
El Cid en Valencia: 9 meses tuvo cercado el Cid
a Valencia, hasta que por fin se rindió, la notica de la caída de Valencia llegan a los oídos
del rey de Sevilla, quien sin dudarlo le da batalla al que en buena hora nació,
pero este pierde y sale herido, cuanta dicha tiene el Cid por la victoria, por
lo que decide, mandar a Minaya Alvar Fañes
a que regale 100 caballos a rey Alfonso y a que triga a su mujer.
Un
obispó llamado Jerónimo oye de las grandes hazañas del Cid, por lo que el
busca, y le encuentra, cuanta dicha tiene el Cid quien con gran alegría lo
nombra obispo de Valencia.
La
segunda embajada al rey: Minaya tras llegar a donde
el rey Alfonso se inclina y le pide que acepte el regalo y que deje libres a la
mujer de Cid, a lo que el contesta con un
sí, cuanta dicha el Rey, aparte de aceptar manda a caballeros a que les
cuiden en el camino. Al salir Minaya se encuentra con Vidas y Raquel quienes le
ruegan apoyo al Cid pues están quebrados.
El
reencuentro del Cid con su familia: Tras un largo camino las
damas se reencuentran con el Cid quien al verlas se lanza a abrazarlas y
quiebra en llanto de alegría, el Cid con gran emoción, las puso en lo más alto
de aquella ciudad para que la contemplaran. Todos están felices.
El
ataque de Yucef: Al rey Yucef el rey de Marruecos le peso oír
las noticias del Cid por lo que sin dudarlo
sale a enfrentarlo, el Cid sin miedo sale a al campo, por dos días les da batalla, que alegría de
los 5000 moros solo 104 escaparon, el Cid y sus vasallos están tan enriquecidos
que ni si quiera pueden contar los caballos y el oro que han ganado.
La
tercera embajada del rey: El Cid manda a Minaya y a
Pedro Bermúdez, a que le mande 200 caballos al rey Alfonso, quien agradecido le
perdona y le aconseja buenos maridos para sus hijas. Cuanta alegría tiene el
Cid al oír esto.
Las
vistas: El Cid al
ver a su señor se inclina y con sus dientes arranca pasto del suelo en forma de
humillación, el rey le levanta y le besa. Todos están alegres con tal
conciliación.
Las
bodas de las hijas el Cid: El rey le entrego al Cid los
infantes de Carrión como sus yernos e hijos, también decidió que Alvar
Fañes fuese su padrino y las entregara.
Después de que el Cid llegase hizo los preparativos de las fiestas pues sus
hijas por fin se casaban.
Cantar tercero
Estando el Cid dormido, el león que tenía, se
escapó los Infantes se asustaron, y se escondieron, y el Cid se enfrentó al
león y lo acobardó. Entonces los Infantes fueron objeto de risas y de bromas.
Para vengarse, decidieron ir a Carrión y llevarse a las hijas del Cid, y
maltratarlas por el camino, así hicieron y cuando el Cid se enteró avisó al rey
don Alfonso y le dijo que quería concertar una corte en la que el pudiera retar
a los Infantes de Carrión, y así vengar el mal que le habían hecho a su hijas.
El rey Alfonso acepto, y quedaron un día determinado para realizar la corte,
ese día el Cid llegó y pidió a los Infantes que le devolvieran las espadas,
Colada y Tizona, ellos se las dan, el Cid vuelve a reclamar los tres mil marcos
que les habían dado, ellos como ya se los habían gastado, le pagaron con
especies de Carrión. Entran en la corte los Infantes de Navarra y Aragón, que piden
al Cid la mano de sus hijas, y este las acepta, y de nuevo las pone en manos de
rey don Alfonso. Los retos de los del Cid a los de Carrión: Martín Antolinez,
con Diego González, vence Martín. Muño Gustioz, vence a Asur González Pedro
Bermúdez vence a Fernando. Los del Cid vuelven a Valencia con la cabeza alta y el Cid casa a sus hijas con
los Infantes de Aragón y Navarra, están
muy felices y se acaba el cantar.
Este libro me pareció
aunque un poco tardado muy bueno, porque da cabida a una historia con un
desarrollo de trama y personajes maravilloso, pero también a un lenguaje muy
lejano al que usamos los adolescentes actualmente. Pero aun así, ni siquiera
ese defecto puede quitarle la gran estima que yo le tengo actualmente.
Aquí les dejo el libro en
castellano moderno para que le echen un vistazo
:
https://www.cjpb.org.uy/wp-content/uploads/repositorio/serviciosAlAfiliado/librosDigitales/Cantar-Mio-Cid.pdf
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